Despido polémico y escándalo en el Colegio de Abogados de La Matanza

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Escándalo en el Colegio de Abogados de La Matanza

En medio de un clima cargado de “violencia” donde no faltaron malos tratos, empujones, golpes y acoso laboral, Martín Rivas, presidente actual del Colegio de Abogados de La Matanza (C.A.L.M), ordenó el despido de Patricia Perdiguera, la secretaria administrativa histórica de la institución.

El clima que generó la polémica asunción de Martín Rivas como presidente del Colegio de Abogados de La Matanza (C.A.L.M), empeoró en las últimas semanas con el despido de Patricia Perdiguera, secretaria administrativa histórica de la institución.

La ahora exempleada, se desempeñó en el cargo en los últimos veinticuatro años. Durante ese tiempo, acompañó al entonces presidente del C.A.L.M, Alberto Justino “Pampi” Rivas, padre de Martín. Sin embargo, lejos de recibir algún reconocimiento, quedó expuesta, según cuentan sus allegados, a una “artera e infame” serie de “denuncias falsas y carentes de sentido”, a las que se suman malos tratos, y la descarga de furia por parte de Rivas, a quien sus propios seguidores, califican como un “misógino incurable”.

Perdiguera no es una empleada más. Ella conoce al dedillo los hilos que mueven al Colegio y “sabe mucho” sobre vida y obra de la familia de “Pampi” Rivas, y sobre la historia institucional y financiera del Colegio. Este episodio, en el que su despido es el tema central, tiene cierto caracter novelesco, y un clímax, que encontró su punto más elevado en dos reuniones del Consejo y en el intento de notificar del despido a Perdiguera. De hecho, en cada uno de esos encuentros no faltaron gritos, amenazas y empujones.

Por otra parte, mientras los abogados de la víctima trabajan incansablemente para llegar a algún acuerdo, desde el Colegio, los hombres cercanos a Rivas, montaron una campaña de “desprestigio brutal” contra la exsecretaria. “En el juicio, se ventilarán detalles de las inconsistencias de las acusaciones y, se dará cuenta de un caracter personalista y profundamente misógino que no admite el disenso, mucho menos en una mujer”, explicó un veterano integrante del Colegio, con referencia a Martín Rivas.

Los motivos que expone el actual presidente de la entidad para el despido, es que “Perdiguera”, siendo una de las empleadas más antiguas, es al mismo tiempo, una de las más costosas, dando por válido su despido con la idea de aliviar las arcas de la institución. Y al librarse de ella, el actual presidente, además de correr de la escena a alguien que puede transformarse en un problema porque conoce a fondo el entramado político y personal de la entidad, también obtendría algún alivio financiero en una institución que no estaría pasando por su mejor momento económico.

La Denuncia

A las “excusas” que Martín Rivas apuntó para despedirla, se le antepusieron, de acuerdo a fuentes cercanas, actitudes reiteradas de persecución, misoginia, maltrato psicológico y acoso laboral, “una constante en la vida del Presidente”, argumentaron varios testigos de hechos de violencia verbal, especialmente dirigida a las mujeres cercanas al funcionario.

En este caso, los malos tratos obligaron a la víctima a solicitar licencia en sus tareas tras un largo tiempo de sufrimiento. Durante ese período, con mayor precisión, el 20 de agosto de este año, Rivas entró en la oficina de la mujer y revisó absolutamente todo, solo con la presencia de dos “testigos” de “su confianza”, ambos empleados del Colegio. En el lugar, refaccionado a nuevo antes de la Pandemia, había un mueble cerrado con llave que contenía 100 medallas, 300 pins y 400 llaveros que ofician como merchandising de la institución.

Además, encontraron dos cajas de seguridad, una pequeña de color verde que contenía cien dólares y cincuenta Euros; y otra, digital, que fue forzada, en la que había siete sobres con 69.151 pesos, que databan de los años 2013 y 2017. Por otra parte, en una caja de seguridad ubicada en la pared (que data de la refaccion de 2019) había una suma de 77.110 pesos, tres medallas de oro y cuatro de plata con el logo del Colegio, que suelen otorgarse a los abogados veteranos cada año. Nada fuera de lo común.

Sin embargo, estos bienes que deberían estar bajo el control estricto del departamento de Tesorería, hoy a cargo del ex protesorero de “Pampi” Rivas y funcionario municipal, Omar Lacoste, sirvieron de excusa para justificar “falta de confianza” en Perdiguera, calificación que no alcanza ni amerita, en sí misma, para proceder con un despido justificado.

Rivas, como especialista en derecho laboral, “sabe perfectamente que en tribunales va a perder el juicio”, pero, a diferencia de las causas que él patrocina, en este caso, van a pagar el costo, el resto de los abogados que integran la entidad. Sobre todo, a partir del decreto presidencial que prohibió expresamente los despidos arbitrarios, con una penalidad de multas de 500 mil pesos para quienes incumplan la medida.

Un asiento mal efectuado de más de tres millones de pesos

En ese contexto de “denuncias” y “calumnias”, Martín Rivas acusa a Perdiguera por omitir el registro en un asiento de la suma de 3.399.715 pesos que ingresaron el 18 de diciembre del 2020 (mientras era presidente su Padre, “Pampi” Rivas y Omar Lacoste, protesorero), y que habían depositado en un plazo fijo en el banco con el que operan habitualmente. O sea, la conducción actual ordenó el depósito, y motivó la realización de un asiento incorrecto, que se llevó a cabo la semana del 1 al 8 de Julio de 2021, sin embargo, intentaron involucrar a Perdiguera en el error.

Por otra parte, le imputaron además, el pago de 3.035 pesos extras, a la empresa de agua Bonsal S.A. que hace años trabaja junto a la entidad, y que regularmente compensa esos sobrantes cuando se lleva a cabo la visita siguiente. El pago total, que era de 10.305 pesos se llevó a cabo día 22 de julio, sin la correspondiente factura de la embotelladora Bonsal S.A. existiendo solo un remito en favor del C.A.L.M., que daba cuenta de que el monto total era de 7.275 pesos.

Misoginia y Violencia

A pesar de una disposición en contra del Ministerio de Trabajo, las autoridades del Colegio, ordenaron la instalación de cámaras de seguridad y micrófonos en lugares estratégicos del edificio. Esas imágenes, que vigilan la vida cotidiana de los trabajadores, registraron varios hechos en los que se confirman los ataques a varios empleados, especialmente, habría algunos videos y grabaciones que darían cuenta de los maltratos de Rivas con Perdiguera.

Por otra parte, y más allá de las pruebas registradas o no, cuentan varios testigos que uno de los momentos cúlmine de esta relación conflictiva, se produjo cuando desde el Colegio, intentaron notificar a Patricia de su despido. Un delegado en la Caja de Jubilaciones (íntimo amigo de Martín Rivas) y un consejero y funcionario municipal cercano “Pampi” Rivas, intentaron obligar a Perdiguera a notificarse personalmente del despido, evitando que pueda salir del edificio. Dos abogados que conocen bien la historia de Perdiguera, salieron en defensa de la empleada y casi se van a las manos con el delegado de la Caja.

El episodio terminó con sillas revoleadas por los aires, insultos de grueso calibre, algunos golpes menores y empujones. Los abogados calificaron el hecho, como “un bochorno más” que rodea a la actual conducción del C.A.L.M. La descripción fría de los acontecimientos, no favorece al actual titular de la institución. Una fuente cercana a Rivas, afirma que su actitud cambia cuando tiene una adversaria: “Está acostumbrado a maltratar mujeres, de hecho hasta hubo una denuncia penal en su contra. Esto es lo que tenemos comprobado, sé que hubo otros episodios no registrados, pero contamos solo aquellos sobre los que tenemos certezas, hay situaciones de grosero apriete a trabajadores, y cuando no consigue la renuncia, procede como en el caso de Perdiguera, en inventar denuncias para justificar el despido, pero el Colegio es una institución pública, no es correcto proceder de esta forma”.

En ese contexto, Perdiguiera reclamó una vez más, varios días de licencia, como consecuencia del ataque de Rivas. En su descargo, alegó haber sufrido serios “trastornos psicofísicos”, “perdida de cabello” y un estado de inestabilidad emocional permanente. Situación que no atenuó en nada la furia del máximo dirigente del Colegio, quien de igual modo insistió con el despido injustificado, sin la correspondiente reunión previa del Consejo Directivo de la institución.

La suerte de Perdiguera es incierta. Quedó fuera del Colegio para el cual prácticamente trabajó en el último cuarto de siglo. Sin embargo, está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias en el ámbito de la Justicia. De acuerdo a sus allegados, busca la una disculpa pública y que las autoridades se ajusten a derecho en cuanto a su rol como trabajadora de la institución.

Asimismo, aunque suene utópico, prefiere que todo vuelva a la normalidad, es decir, que sea devuelta a su lugar de trabajo, que la reinstalen en su cargo y actividad. Todo depende de las inminentes negociaciones entre las partes. En tanto, la Justicia, en breve, convocará a los Rivas (“Pampi” y Marín, padre e hijo, expresidente y presidente respectivamente) a varios consejeros y a un delegado a la Caja de Jubilaciones, para que brinden su correspondiente descargo.

Fuente: Silvio Vallejos
► https://www.puntogperiodismo.com.ar/notas/judiciales/nota8/escandalo-en-el-colegio-de-abogados-de-la-matanza/

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