El italiano que llegó a Tapiales cuando sólo había 15 casas

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Pedro Saglio

Hoy y ayer, la misma foto. Pedro vive en su casa del partido de La Matanza desde hace 86 años.

Pedro Saglio tiene 92 años, es uno de los vecinos más antiguos de Tapiales y tiene registro del barrio desde 1933, con sólo cinco años y “cuando sólo había 15 casas y el resto era todo campo”, rememora.

“De la memoria ando bastante bien, lo que le pido a Dios es no perder la cabeza porque soy muy grande”, dice Pedro. La verdad es que recuerda su historia al detalle. Y quien le refresca algún que otro dato es su querida esposa Romilda Bonsera, de 84 años.

En el barrio lo reconocen por ser buen vecino y vivir en la misma casa toda la vida. Trabajó como tornero, hoy está jubilado pero es muy activo. “No se queda nunca quieto”, dicen en la familia.

En 1926, la familia Saglio llegó a la Argentina desde Italia.Vivió un tiempo cerca de la cancha de San Lorenzo, en Boedo, para luego mudarse a su actual casa en Tapiales. “Había unas 15 viviendas, era todo campo”, cuenta Pedro. Las calles eran de tierra y en la manzana donde vive había sólo tres familias con casas chicas.

Pedro y Romilda, 62 años de amor.

Pedro y Romilda, 62 años de amor.

A Saglio los recuerdos le brotan: dice que un tal “Capitán Quiroga” consiguió la luz y el correo para el barrio. Y que desde 2007, con el desagüe completo, el barrio no se inundó más. En la casa, su padre Florencio, carpintero, construyó una pieza, la cocina y el baño. Después fueron agrandando el lugar hasta hoy contar con una cocina, living, comedor, lavadero, dos piezas grandes y dos baños.

“Para mantenerse sano y fuerte hay que hacer algo de gimnasia y comer bien. Mi mujer me reta porque camino ligero”.

Fue a la Escuela N° 2 con su hermano mayor Héctor, y luego se dedicaron a la tornería. Tenían un taller al lado de su casa, donde hacían bombeadores y algunos repuestos para relojeros.

En la época del gobierno de Carlos Menem, con las importaciones, entraron repuestos de China mucho más económicos que los que ellos fabricaban, y su negocio cerró. “Trabajó hasta los 70 años, después se lo tuvimos que prohibir porque ya era grande”, dice su esposa Romilda.

Pedro Saglio, vecino de Tapiales desde sus 5 años.

Pedro Saglio, vecino de Tapiales desde sus 5 años.

Pedro cuenta que nadie adivina su edad. “Hace poco estaba hablando con un hombre en el banco. Él estaba enfermo y se decía grande porque tenía 85 años. Me dijo que yo era bastante joven, le pregunté cuántos años me daba y me dijo 75”, recuerda entre risas.

“Para mantenerse sano y fuerte hay que hacer algo de gimnasia y comer bien”, cuenta el jubilado, aunque lo que lo ayuda a lucir más joven es su cabellera. A veces Romilda lo reta porque camina muy ligero. Lo conoce bien: el 6 de junio cumplieron 62 años de casados, “¡Mamma mia!”, se ríe Pedro.

MA

AZUL FERNANDEZ RADICIOTTI

  • Nota de: Clarín Matanza
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