González Catán: Discusión y pelea entre bomberos y colectiveros tras un accidente

En las redes sociales trascendió una pelea que había sucedido el domingo pasado, entre personal de Bomberos Voluntarios de La Matanza y de la línea de colectivo 180. Durante los días posteriores, llegó a nuestra redacción el testimonio de un vecino que había presenciado el conflicto.

Según declaró, el hecho ocurrió aproximadamente a las 23 horas, en Ruta 21 a la altura de Kilómetro 29. Allí se halla la terminal y cabecera de la línea de colectivo 180.

El interno 9 de dicha línea, que venía de Capital Federal, se disponía a ingresar a la terminal, cuando chocó con un vehículo Dodge 1500.

En el auto viajaban cuatro personas: un hombre, que resultó con politraumatismo, debido a que se había golpeado el pecho y la nariz; en el asiento del acompañante viajaba su esposa, quien se encontraba más grave, ya que tuvo un corte profundo en la cara con pérdida de dientes, y otro en una pierna; y detrás viajaban dos niños, de 4 y 2 años, que se encontraban en buenas condiciones.

“Justo en ese momento, cuando se produjo la colisión, un bombero del destacamento de González Catán pasaba con su auto particular – sostuvo el testigo – Y cuando ve lo que pasó, dio aviso al destacamento para que los auxilien, y él empieza con las maniobras de rescate y de atención a estas cuatro víctimas.”

Minutos después, una dotación de bomberos se presenta en el lugar con un móvil equipado para situaciones de rescate. Para ese momento, el bombero que estaba de civil ya había sacado del Dodge a las cuatro víctimas, quienes se encontraban sentadas en el cordón de la terminal.

Por lo tanto, el resto del personal se ocupó de las demás tareas, como apagar el suministro eléctrico del auto para evitar derrames e incendios, estabilizar a las víctimas, y llamaron tanto a la policía como a la ambulancia.

Apenas llegó la primera ambulancia, comenzaron a trabajar en conjunto con el personal médico para evaluar cuál de las víctimas tenía prioridad o riesgo de vida para definir el orden en el que las trasladarían al hospital.

“Los bomberos ya casi finalizaban la tarea y estaban en la etapa de recopilación de datos – relató el vecino – Uno de ellos estaba tomando los datos de los vehículos, las víctimas, la policía que intervino, y demás. Y le faltaban los datos del chofer que manejaba el colectivo.”

Tras consultar al personal de la línea, le indagan a un desconocido, descripto como “morocho, de barba candado, y ya se lo veía bastante nervioso y alterado”.

“Al bombero le dicen que el chofer estaba adentro de la terminal, en el cuarto gremial, y lo invitaron a pasar para que le tome los datos, pero le dijo que no. Como este hombre estaba muy alterado, el bombero trató de calmarlo, haciéndole entender que era algo rutinario y que ya tenían la información necesaria”, declaró.

Sin embargo, añadió que “este hombre, que se identificaba como delegado, ya había tenido una discusión con el otro bombero que estaba de civil”.

Luego el sujeto regresó, pero mientras le pasaba los datos, ya trataba de forma hostil al bombero. El compañero de civil se sumó a la charla, que cada vez se tornó en una discusión más acalorada, con insultos y gritos, pese a los intentos por calmar al supuesto delegado.

“Y ahí vi que el bombero (el que tomaba los datos) se puso en medio para separarlos. Pero fue en vano, porque este morocho de barba candado se había traído a más gente con él, y empezaron a salir más colectiveros de la terminal. Fue así que lo agarraron al bombero (con el que había discutido) y le dieron una paliza terrible, y al que tomaba los datos también le pegaron”, relató el vecino.

Pero afirmó que, en ese momento, intervinieron los efectivos policiales y la situación comenzó a calmarse.

“Ahora, un conocido de los bomberos me contó que se hizo una denuncia penal y que quieren llevar a la empresa ante un juez para que esos empleados de la línea den una explicación”, concluyó.