De Villa Madero a la Antártida: Hablamos con Federico Verstraeten

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Federico Verstraeten sobre la superficie congelada del Mar de Weddell, por debajo del Círculo Polar Antártico.

De Villa Madero a la Antártida: Hablamos con Federico Verstraeten

Matanza Hoy compartió una charla con Federico Verstraeten, un vecino de Villa Madero que tuvo la oportunidad de viajar a la Antártida para realizar estudios climatológicos y que comparte con la comunidad su diario de viajes.

Matanza Hoy: ¿Cómo surgió la idea?

Federico Verstraeten: Siempre tuve un espíritu aventurero desde chico, las ganas de conocer lugares nuevos e ir más allá de mis posibilidades, sentir ese vértigo a lo desconocido y el reto de explorar lugares difíciles. A principios del 2019, me entero por colegas de la universidad, ya que en ese entonces era estudiante de ingeniería electrónica en la UBA, que todos los años la Dirección Nacional del Antártico abría búsquedas para personal técnico para dar soporte y mantenimiento a los laboratorios científicos del organismo en las bases antárticas argentinas permanentes.

MH: ¿Cuántas bases hay?

FV: Para poner en contexto, la República Argentina tiene 7 bases permanentes (que tienen gente todo el año y recambia en el verano) y 6 bases temporales (solo tiene personal algunos meses en el verano). Allí asisten tanto personal científico-técnico como personal militar de las distintas Fuerzas Armadas (Ejército Argentino, Armada Argentina, y Fuerza Aérea Argentina). Para ese entonces si bien la idea me fascinaba, sabía que no era momento aún para embarcarme en esa aventura porque estaba firme en mi idea de terminar mi carrera de ingeniería. Ya me faltaban pocas materias y mi tesis.

MH: ¿Y cuándo te inscribiste?

FV: En febrero del 2020, ya con mi carrera a punto de culminar y con ganas latentes de seguir en el camino de la aventura, me inscribí a  la búsqueda porque suponía que ya ese año terminaba mis estudios, pero de golpe y sin esperarlo, en marzo de ese año… ¡Pandemia! Y a partir de ese momento todos los planes cambiaron (como a todo el mundo). Me bajé finalmente de la campaña y los planes cambiaron, era incierto todo. Ahora la prioridad de nuevo era buscar nuevo trabajo, terminar como se podía lo que faltaba de la carrera  universitaria y sobrevivir al Covid-19. 

MH: Entonces, ¿cuándo y cómo se te dio la oportunidad?

FV: En abril de ese mismo año me entrevistaron del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que unos amigos allí ya trabajaban y me recomendaron para trabajar en el área de instrumentación electrónica. Fue allí cuando me enteré que el SMN realizaba actividades antárticas, que tenía una estación meteorológica en cada base permanente y que podía ir algún día. El trato con mi jefe (un científico de Ciencias de la Atmósfera) fue “hacés tu tesis en el SMN, te recibís y te vas”. Fue así que durante el 2021 y parte del 2022, hice mi tesis, en agosto me recibí y un 17 de diciembre, después de muchos estudios clínicos y entrevistas psicológicas, me embarqué a una aventura de 136 días por los confines del mundo.

MH: ¿Y la experiencia cumplió las expectativas?

FV: La experiencia cumplió por lejos las expectativas. Al principio, cuando quería viajar por la DNA (Dirección Nacional del Antártico), el plan era ir a una sola base y quedarme allí a pasar un año entero. Con esta posibilidad que me daba el SMN la ecuación era otra. Podría durante el verano recorrer todas las bases antárticas argentinas, navegar por el océano lleno de hielo, volar en helicóptero, vivir días en los que nunca se oscurecía, ver glaciares, témpanos, montañas que nunca fueron pisadas por el humano, ballenas, pingüinos, orcas y muchas cosas más que estaban por fuera de lo que podía imaginarme.

MH: ¿Fue fácil?

FV: Claramente no, a veces se extrañaba, se tenía miedo, era difícil, pero la experiencia y la aventura superaba todo.

MH: ¿Te gustaría realizar esos estudios en otros lugares?

FV: Sí, me encantaría y es muy posible ya que hay muchos sitios de interés en el país para hacer estudios y mediciones. De hecho, a través del SMN ya tuve oportunidad de ir a otros sitios dentro del país a realizar actividad científica-técnica.

MH: ¿Como cuáles?

FV: A fines del 2020, junto a un equipo fuimos a la Patagonia, específicamente a la ciudad de Valcheta en la provincia de Río Negro, a hacer mediciones de distintas variables atmosféricas durante el eclipse total de sol que se dió el 14 de diciembre de 2020 en el hemisferio sur y que fue posible verlo en varias ciudades de Argentina y Chile. De allí salieron varias actividades colaborativas con varios organismos científicos. Después, por marzo del 2022 estuve acampando durante 3 días dentro de la Cordillera de Los Andes, en un lugar denominado Planchón Peteroa (Malargüe, provincia de Mendoza), que es una pequeña planicie a unos pocos kilómetros del volcán activo Peteroa (que queda del lado chileno) y que se monitorea activamente. Allí instalamos una estación meteorológica automática que realiza mediciones las 24 horas los 7 días de la semana, y nos transmite los datos vía satélite.

MH: ¿Y ya surgieron otras aventuras para un futuro cercano?

FV: Aún no sé de nuevas misiones o aventuras, pero seguramente aparezcan nuevas en breve.

Verstraeten y la Base Antártica Belgrano II, una de las bases permanentes, a 4953km del centro de Buenos Aires.
Fuente: APBAH

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