31 años del ataque al regimiento de La Tablada
Ocurrió entre el 23 y el 24 de enero de 1989, cuando un grupo del Movimiento Todos por la Patria (MTP) atacó el Regimiento de Infantería Mecanizada III General Manuel Belgrano. El intento de copamiento resultó en fracaso, con un total de 44 muertos (dos civiles entre ellos).
El Dr. Raúl Plee, el entonces fiscal de la Cámara Federal de San Martín que investigó la causa, sostuvo que se buscó simular un levantamiento carapintada para sacar los tanques de allí y ocasionar una insurrección que condicionara al gobierno de Raúl Alfonsín. Esta versión ha recibido muchas críticas, debido a que se deja de lado a quienes serían los protagonistas intelectuales de lo ocurrido.
En otras versiones, Enrique Gorriarán Merlo, comandante del MTP, estaría ligado a pequeños grupos políticos radicales, generados por movimientos carapintadas, bajo las órdenes de Mohamed Alí Seineldin.
Un trágico suceso del cual nunca se sabrá la verdadera versión.
LOS HECHOS
Según Plee, todo comenzó a las a las 6.15 de la mañana del lunes 23 de enero de 1989, momento en el cual un camión Ford 7000 embistió el portón de entrada del Regimiento de Infantería Mecanizada III General Manuel Belgrano, ubicado en la avenida Crovara y Camino de Cintura, localidad de La Tablada. Allí se hallaban 120 efectivos del Ejército.
Junto al camión, llegaron a la entrada una pick up Toyota, un taxi Ford Taunus, un Renault 11, una Ford Ranchera, un Ford Falcon y cinco Renault 12. De dichos vehículos descendieron 46 miembros del Movimiento Todos por la Patria (MTP) e ingresaron a la unidad militar al grito de “¡Viva Rico!” y “¡Viva Seineldín!”.
Respecto a las motivaciones, el fiscal sostuvo que la finalidad, además de copar el lugar, involucraba apoderarse de los tanques que allí se hallaban, avivar una pueblada a través de unos 25 integrantes que permanecían en las cercanías del cuartel, y generar cambios en el gobierno del entonces presidente Raúl Alfonsín.
Según otra versión, la idea consistía en apoderarse de los tanques y la artillería, para luego movilizarse con estos móviles de guerra por Crovara hasta Gral. Paz, desde allí marchar hacia Liniers, y luego rumbo a Plaza de Mayo, para así tomar la Casa Rosada.
“Fue una locura, un delirio que le costó la vida a mucha gente – expresó el fiscal Plee – Hasta la propia izquierda lo dijo. Gorriarán Merlo creyó que iba a lograr una revolución al estilo nicaragüense.”
La Operación Tapir (nombre de la operación de copamiento, según la documentación que poseían los insurgentes) se desarrolló en un intenso combate que tuvo 44 víctimas fatales (con cuatro conscriptos y dos civiles incluidos).
Finalmente, el conflicto concluyó en la rendición a las 9 de la mañana del martes 24 de enero.
